jueves, 8 de marzo de 2018

En El Sol




                Estuve ahí unas cuantas horas, meditando en ese lejano mundo del que nunca había salido, en lo versátil de mi verbo, en ese tiempo que llevaría regresar sin moverme tan sólo un milímetro. A mi alrededor las estrellas se fundían cual plata en inmensas hogueras, en mi pecho latía la vergüenza de una raza desquiciada que jamás vería el cielo de la forma en que yo lo veo, desde aquí, sentado en el Sol, un momento irrepetible e irreal. Volando como gigante con alas robadas, con escamas sobre la almohada mojada, delirando con un retorno tristemente victorioso.

Memoria genética (micro-relato)




                Realmente no sé porque lo hizo, pero pasó. Ella tan perfecta se acercó con una sonrisa, al parecer no sentía miedo, quizás era nueva y no conocía mi oscura historia, esa que me condenaba por siempre a la soledad. Yo almorzaba y ella traía un envase con algo parecido a una ensalada de frutas. Preguntó si podía sentarse junto a mí. Yo pensé que estaba loca al hacerlo, pero asentí como si no me importara. Creo que la salvé al atravesar su garganta con ese cuchillo, jamás le iría bien al estar con el hijo de un asesino.

miércoles, 7 de marzo de 2018


Al final
sólo espero que llegue
y que reclame
dos líneas por segundo
-no todos los días-
que haga del amor
una mirada
y no promesa o amenaza
porque yo me voy
andando como loco
entre otros dementes
a veces interactuando
otras padeciendo terriblemente
amnesia selectiva
pero sí
podría dedicar
algunas páginas
quizás a su neurosis
o sus encantos mañaneros
no lo sé
pero que exija esa vaina
sin miedo 
a lo que pueda decir yo
que a fin de cuentas
creo será lo justo y necesario
porque igual
tiendo a ver mucho
intento verlo todo
pero sí
un par de líneas por segundo
-no todos los días-
me parece adecuado
Pietro Granieri 24/10/2017


Y me dijo
- tú no eres así Pietro -
yo simplemente 
encendí un cigarro
luego otro
y el humo tan suave
dibujó sus figuras amorfas
no todas
y pensaba en una cerveza 
una bien fría
medité levemente
en la mierda 
del acontecer político
y se me ocurrió la historia
de un hombre-lobo
alérgico a los pelos
mientras por poco
me adentro 
en una ecuación matemática
pero logré evadir 
límites y derivadas
Ah
por supuesto
ella decía…

creo que olvidé eso
y quien era ella
Pietro Granieri 18/10/2017


No sé
que tipo de recuerdo
era el que ella quería
pero 
lo cierto es
que fue el momento 
más divertidamente 
incómodo 
y claro que no siento culpa
sólo fui yo
con mi sonrisa
y conversa de borracho
y el ego
joder que no sé
como no saben
que el ego de ebrio
tiende a extenderse
según lo que se ha bebido
y esa noche
vale que esa noche 
fue mucho
Pietro Granieri 17/10/2017


Maldita e inexistente Deborah
que haces sufrir
a mi podre imaginación
me llevas 
a ahogarme en ron

y respondes con tu silencio
Muda y desdentada
perfecta e imaginaria
eres la excusa adecuada
para experimentar el dolor
porque la verdad
hace tiempo que no lo siento
quizás por el tiempo mismo
tal vez por locura
así que te invento
y me pagas con traición
entonces pienso 
mejor te quito una pierna
o te dejo en un coma violento
o te envío de viaje
a la selva más oscura
donde puedas
un poco
contraer malaria
o algo por el estilo
y le doy fin a esta historia
y me despido de ti
maldita e inexistente
muda y desdentada
imaginaria pero perfecta
la de nunca 
Deborah
Pietro Granieri 14/10/2017


No es el lugar
tampoco el tiempo
pero 
sí el precio
y lo dejado atrás

ni se olvida
ni se pierde
cuando la sombra
marcha en rebelión
contra el aburrimiento
portando una máscara de vidrio
una sonrisa
de papel
unos cuantos billetes
y las eternas ganas
de perder esa capacidad
de hablar sin decir más
porque más es nada
Pero
lo sé
no es el tiempo
tampoco el lugar
y el precio sube
y aunque es posible hacerlo
me niego a la estafa
así que
he de plantarme
como guardián del presente
aunque cueste el equilibrio
en ausencia del miedo
aunque mañana
sea otro el precio
al estar en el tiempo correcto
y en el lugar
de siempre
junto a lo que nunca antes
se había visto
Pietro Granieri 06/10/2017

Bella e imposible como la ira al despertar cada mañana con el café ya frío con las ganas de denunciar al cabrón del piso de arriba...